Un total de 91 personas detenidas por protestar contra el régimen de Nicaragua, incluida la líder estudiantil belga-nicaragüense Amaya Coppens, salieron de prisión este lunes bajo libertad condicional, informó el Ministerio de Gobernación.
En un comunicado la entidad publicó la lista de los excarcelados, todos bajo el “régimen especial de convivencia familiar” -libertad condicional-, entre los que figuran 16 jóvenes detenidos el 14 de noviembre en la ciudad vecina de Masaya por llevar agua a un grupo de mujeres que estaban en huelga de hambre, en la parroquia San Miguel, Arcangel.
El informe indicó que la excarcelación se debió a la voluntad de la dictadura de Daniel Ortega de “contribuir a la reconciliación nacional y al reencuentro de las familias” y agradeció el “acompañamiento” del nuncio apostólico en Managua, Waldemar Sommertag, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la estatal Procuraduría de Derechos Humanos que “certificaron” el proceso.
En las últimas semanas familiares de presos celebraron misas, realizaron vigilias y plantones en Managua y otras ciudades para exigir la excarcelación de todos los detenidos por protestar contra Ortega, en su mayoría arrestados a partir de 2018.
La Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), dos organizaciones de la oposición surgidas tras el estallido social de abril de 2018, celebraron la salida de los detenidos pero recordaron que varias decenas de “presos políticos” siguen en prisión. Según la Alianza, hasta el 27 de diciembre había 148 detenidos en distintas cárceles del país, además de 82 presos sin ubicación precisa y otros siete reportados como desaparecidos.
La noticia de la excarcelación fue divulgada temprano en las redes sociales y medios de prensa de Managua por familiares de los presos y por ellos mismos. Jesús Téfel, Olga Valle y María Margarita Hurtado, activistas de la UNAB, así como la estudiante María Guadalupe Ruiz, detenida hace más de un año, son algunos de los que informaron su libertad.
“¡Salimos, lo logramos! Había gente de la (cárcel) Modelo, no estamos seguros quiénes, pero los 16 vamos para nuestras casas. ¡Libertad para Nicaragua!”, declaró Valle en un video que divulgó en las redes, mientras Coppens fue filmada ondeando una bandera de Nicaragua en la puerta de su casa en la norteña ciudad de Estelí.
“Después de estos 46 días salgo lista para seguir la lucha por los demás presos políticos y por ver a Nicaragua libre”, comentó a periodistas Hurtado. La joven dijo que no fue torturada ni golpeada “a diferencia de la mayoría de los presos políticos, que sufren violación de derechos humanos”.
Muchos de los presos políticos han sido torturados con desgarramientos de uñas, golpes, choques eléctricos en el cuerpo y genitales, violaciones sexuales, o han sido sodomizados con armas de guerra.
Otro de los excarcelados del mismo grupo, Téfel, narró que permaneció en una celda aislado de sus compañeros y en compañía de reos comunes. “Solamente durante las visitas familiares tenía comunicación con el exterior”, añadió.
Téfel señaló que le hicieron firmar un documento según el cual quedaba sujeto al régimen de convivencia familiar -casa por cárcel-, sin poder salir de la ciudad ni del país, aunque “de manera verbal los oficiales nos dijeron que nos estaban dando libertad plena”.
Valle, Téfel y Hurtado fueron detenidos junto con Coppens y otros 12 opositores en la ciudad de Masaya cuando llevaron bidones de agua a un grupo de 11 madres de detenidos que estaban en huelga de hambre. Los 16 jóvenes fueron acusados en los tribunales de “traslado ilegal de armas”.
También fue excarcelado el opositor Pedro Gutiérrez, preso desde julio de 2018, quien fue entrevistado por medios locales en su casa en Managua. Gutiérrez leyó una oración en agradecimiento por su libertad y dijo que todavía quedan “muchos presos políticos” en distintos penales del país.
Nicaragua vive una grave crisis política desde el estallido de las protestas sociales en abril de 2018 contra un cambio en el sistema de pensiones que fueron sofocadas por policías y paramilitares. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la violencia estatal dejó al menos 328 muertos, más de 2.000 heridos y 88.000 emigrados y exiliados.
Por su parte, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, indicó en Twitter que en las gestiones para la excarcelación participó el nuncio apostólico en Managua, Valdemar Stanislaw Sommertag, que en febrero de este año ayudó a la liberación de varios cientos de detenidos.
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