Es la maravilla creativa del ser humano y animal, que en diferentes formas y tiempo, nos confirma que la creación es madre y la "madre" creación.
Por eso el ser Madre, no tiene parangón, ya
que así como poseen la bendición del Creador de concebir, acompañan a sus hijos
en alegrías y vicisitudes en el curso de sus vidas. Las Madres, seres de férrea
voluntad, son esperanzas, son vida, ¡son amor!
Escribimos estas
líneas al despedir el 2019 por haber sido un año especialmente duro con las
madres, pues perversos y diabólicos "mandamases" se han empecinado en
ahondar el sufrimiento de quienes reclaman justicia y libertad para sus hijos,
injustamente encarcelados en mazmorras inmundas, donde sus esbirros les
torturan y matan, acrecentando diariamente el número de desaparecidos, dejando
a sus madres en el limbo de su existencia.
No he encontrado explicación a esta aberración
criminal, producto quizás, de revoluciones que causaron tantas muertes por
erradicar esos mismos abusos, tampoco sobre el cambio de mentalidad de quienes
ayer sufrían vejámenes y hoy los ejercen, olvidándose lo que sus madres también
sufrieron cuando ellos eran los perseguidos.
Es horrenda la
saña con que estos corruptos criminales persiguen, acosan, arrestan y torturan
a madres y jóvenes mujeres por demandar libertad, cese de la persecución y
saber el paradero de los desaparecidos.
Estos enfermos mentales, pues solo así
podríamos explicarnos su empecinamiento, deben padecer de una laguna mental
profunda y alarmante, pues se olvidan que todo acto, ya sea bueno o malo, tarde
o temprano recibe reconocimiento o castigo en nuestras vidas. La justicia podrá
tardar, pero siempre llega, de eso nadie escapa, aunque la historia de la
impunidad, nos haga creer lo contrario.
Varios países de nuestras Américas están
sufriendo destrucción, entre ellos, Cuba, Nicaragua y Venezuela, Madres Patrias
de millones de seres que día a día pierden esperanza, pierden el derecho al
terruño, pierden autoestima, al convertirse en parias, huérfanos de madres, que
se convierten en dolorosas victimas de uno de los crímenes más aberrados que
dirigentes corruptos, promueven a vista y paciencia de países democráticos, que
sumados a los dirigentes de los "cuestionables" organismos
internacionales, acomodados en una burocracia irresponsable, apaña a viejos compañeros
de un Socialismo disfrazado que, apartado de los compromisos que exige la
Democracia Republicana, son vergonzantes apéndices del comunismo internacional
que no desmaya en su fatal ambición de esclavizar a los pueblos del mundo.
No es posible
aceptar que millones de seres pierdan su Madre Patria, dejando a sus Madres
–por razones de edad– solas, ya que no pueden exponer sus endebles cuerpos a
las vicisitudes de un exilio forzado, que personalmente hemos visto deambular
por las calles y carreteras de Colombia y según amigos lectores de El Archivo
en otros países sudamericanos, como Brasil, Ecuador, Perú y Chile.
No es posible que
las Américas, Patria de Madres abnegadas, amorosas y muy en especial madres
solteras, victimas también de la injusticia y de ese machismo vergonzoso, que
utilizan políticos populistas y corruptos impunemente como torturadores y
asesinos, permanezca solamente halando orejas ante este nuevo
"holocausto", en vez de tomar medidas que pongan un final definitivo
a estos crímenes de lesa humanidad, protegiendo a las abnegadas madres que por
décadas, como en Argentina, Chile y otros países, han sufrido sin esperanzas y
sin lágrimas, ya que a través de los años envejecen y algunas mueren sin una
lagrima más que poder derramar.
Oremos por un nuevo y esperanzador año 2020,
durante el cual las Madres reciban el amor y protección de sus hijos, que
criminales corruptos les arrebatan.
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