Caracas Venezuela / Europa Press - El dictador de Venezuela, Nicolás
Maduro, se muestra seguro de que el "apoyo popular", permitirá al
gobernante PSUV y sus aliados recuperar la Asamblea Nacional en las elecciones
parlamentarias previstas para este año, tras la "dolorosa" derrota
sufrida por el 'chavismo' en los comicios legislativos de 2015.
El próximo
domingo 5 de enero, se espera que Juan Guaidó sea reelegido en el Parlamento y
por ende, como presidente encargado de la nación caribeña. Cargo en el cual es
reconocido por EEUU y más de 50 países. Sin embargo, alrededor de esta fecha
hay expectativas por lo que sea capaz de hacer la narco-dictadura, la cual ya
ha secuestrado algunos diputados, mientras otros se tuvieron que exiliar tras
la persecución política.
"La
oposición utiliza la Asamblea Nacional para conspirar, para dañar económica a
Venezuela, para tratar de imponer un golpe de Estado, para convocar una
invasión extranjera militar del imperio estadounidense y de sus aliados con el
TIAR (...) Han destruido la Asamblea Nacional", reprocha Maduro.
Por ello, esgrime que "en Venezuela se
avecina un gran cambio". "Vamos a obtener una gran victoria y vamos a
recuperar la Asamblea Nacional (...) 2020 es el año de la recuperación de la
Asamblea Nacional".
La última vez que
el pueblo venezolano fue a elecciones parlamentarias fue en 2015, cuando la
oposición ganó la mayoría del parlamento. El próximo sufragio de este tipo
debería efectuarse en diciembre de este año, si estuvieran las
condiciones. Interrogado sobre el
proceso electoral, el tirano indica que el régimen ha dado los pasos necesarios
"para construir todas las garantías", de modo que estos comicios sean
"un éxito democrático".
Sin
embargo, la oposición ha indicado en reiteradas ocasiones que con el Consejo
Nacional Electoral, en manos chavistas, "no están dadas las
garantías". Por lo cual exigen la renuncia de Maduro y la restauración de
los poderes públicos, que garanticen unas "elecciones libres".
El tirano avanza
que "todas las fuerzas políticas de la oposición y sus bases (...) están
listos para participar" en dichas elecciones, por lo que "el sector
extremista al que Estados Unidos le entregó el poder de la oposición, el sector
extremista 'guaidoísta' se va a a quedar aislado y derrotado". Volvió a
denunciar la existencia de "una guerra económica internacional"
contra la nación caribeña.
"Es una economía asediada (...) como ninguna
economía del mundo, solamente pudiéramos decir la cubana". El líder del narco-régimen que asedia a
Venezuela, acusa a Estados Unidos y "sus cómplices internos, la derecha
fascista venezolana", de "robar" al Estado venezolano solo en
2019 unos 30.000 millones de dólares mediante las sanciones.
"Donde más
nos ha golpeado el bloqueo, las sanciones y toda esa maldad del imperio
norteamericano es en la salud", señala. "Persiguen los aviones y los
barcos que van a traer medicinas a Venezuela para que no las traigan".
Además, admite que la dolarización de la
economía venezolana es una "realidad" desde hace años debido a la
dependencia de los petrodólares. "Hoy estamos conviviendo con tres
espacios monetarios", el bolívar, el petro y el dólar.
En este contexto, que define como una
"etapa de resistencia" económica, destaca que "el modelo de las
misiones sociales ha pasado una gran prueba y ha demostrado su eficiencia y su
capacidad para atender a las mayorías, sobre todo a las más humildes".
"El arma secreta (...) para que a
Revolución Bolivariana tenga la capacidad de enfrentar, de sobreponerse a
tantas agresiones, (...) es que nosotros tenemos un proyecto de verdad que
tiene la legitimidad y el apoyo del pueblo".
El dictador
reveló que en los últimos años ha mantenido "múltiples" formas de
comunicación con Estados Unidos, al tiempo que insistió en que está dispuesto a
reunirse con el presidente Donald Trump para establecer "una relación de
respeto" entre ambos países.
"Nosotros
hemos tenido durante los años 2017, 18 y 19 múltiples formas de comunicarnos
con el Gobierno de Estados Unidos, unas conocidas y otras todavía no conocidas,
porque yo soy un hombre de diálogo", dijo en una entrevista concedida al
periodista español Ignacio Ramonet que ha difundido la prensa oficial.
El usurpador del
Palacio de Miraflores defiende que "los asuntos del norte, de esa súper
potencia llamada Estados Unidos (...), deben tratarse con diplomacia, con
política y con capacidad de diálogo". "Lo he dicho al Gobierno de
Donald Trump y lo he hecho: cuando quiera, dónde quiera y cómo quiera estamos
listos para el diálogo con respeto, con altura, con dignidad, para atender los
asuntos bilaterales y establecer nuevas bases de relacionamiento",
reitera.
EL tirano asegura
además que mantendrá la mano tendida a "cualquiera que esté gobernando en
Estados Unidos", apuntando a las elecciones presidenciales que celebrará
el país norteamericano a final de año. "Ojalá
que más temprano que tarde se abra la conciencia de las élites de Estados
Unidos (y se den cuenta de que ) la única relación positiva con América Latina
y el Caribe tiene que ser el respeto, la cooperación y el diálogo
permanente".
Maduro acusa a la
actual Administración de Donald Trump de revivir la Doctrina Monroe para
"imponer élites subordinadas a sus intereses para que gobiernen e impongan
su modelo" en América Latina y el Caribe.
El resultado,
indica, es "una América Latina en disputa en toda la región y país por
país", mencionando las protestas que han recorrido el subcontinente americano
en los últimos meses.
En concreto, se ha referido al "golpe de
Estado" en Bolivia que acabó con Evo Morales fuera del Palacio Quemado y
refugiado en Argentina. Para el tirano, la nación andina es una
"bomba" que terminará explotando para "restaurar el proceso de
cambio". "Las fuerzas golpistas no podrán detener esa fuerza".
El líder
'chavista' enmarca las protestas en América Latina en un "segundo
ciclo" de "cuestionamiento global" al neoliberalismo que se
centra en dos "elementos de crítica", la concentración de la riqueza
y el cambio climático.
El dictador de
Venezuela recuerda que la región ya vivió un primer ciclo en los años 90 que
"dio como resultado el surgimiento de una corriente progresista
revolucionaria que gobernó casi todos los países del continente encabezada por
el comandante Hugo Chávez".
El opresor
venezolano vaticina que "el proyecto de (Simón) Bolívar y los
libertadores" se impondrá al "proyecto neoliberal del monroísmo
trumpcista" y, en este sentido, menciona el reciente cambio en la Casa
Rosada, donde Mauricio Macri ha dado paso a Alberto Fernández.
"En los
años que están por venir, en este año 2020, tendremos muy buenas
noticias".
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