Bagdad Irakl / AP - Los milicianos
apoyados por Irán se retiraron este miércoles del complejo de la embajada
estadounidense en Bagdad después de dos días de enfrentamientos con las fuerzas
de seguridad norteamericanas, pero las tensiones entre Washington y Teherán
seguían siendo altas y podrían desembocar en más violencia.
La retirada se
produjo tras los llamamientos del gobierno y de los principales líderes de las
milicias. Con ello terminó una crisis de dos días marcada por la brecha de
seguridad en la mayor y más fortificada de las misiones diplomáticas
estadounidenses en el mundo. El ataque provocó que el Pentágono enviara cientos
de soldados adicionales al Medio Oriente.
En un asalto
orquestado, cientos de milicianos y sus partidarios irrumpieron en el complejo
de la embajada, destruyendo una zona de recepción, rompieron ventanas y
pintaron grafitis en las paredes para protestar por los ataques aéreos
estadounidenses contra una milicia respaldada por Irán durante el fin de
semana, que mataron a 25 combatientes.
Esa operación fue
en respuesta a un ataque con cohetes contra una base militar iraquí _en la
ciudad norteña de Kirkuk la semana pasada_ en el que murió un contratista
estadounidense.
El martes,
decenas de milicianos respaldados por Irán y otros manifestantes se congregaron
por segundo día en el exterior del complejo de la embajada de Estados Unidos en
la capital iraquí y acamparon durante la noche. Luego y prendieron un fuego en
el tejado de una zona de recepción dentro del recinto.
Los marines
estadounidenses que custodiaban el recinto dispararon gases lacrimógenos el
miércoles temprano cuando aumentó el número de manifestantes. Del edificio
salía humo. No se reportaron heridos desde el inicio de las protestas.
La embajada, ubicada
a orillas del Río Tigris en un distrito gubernamental conocido como Zona Verde,
es la misión diplomática de la Casa Blanca más grande del mundo y una de las
más protegidas. En el pasado fue objeto de ataques con cohetes y mortero, pero
las bajas son inusuales.
Las Fuerzas de
Movilización Popular, que agrupa a varias milicias aliadas de Bagdad, emitió un
comunicado pidiendo a sus seguidores que abandonaran la zona en respuesta a un
pedido del gobierno, y añadió que "su mensaje ha sido recibido".
Más tarde los
manifestantes retiraron sus tiendas de campaña y se trasladaron al lado opuesto
del río Tigris, fuera de la llamada Zona Verde que alberga oficinas
gubernamentales y embajadas. Helicópteros Apache estadounidenses volaron sobre
la zona.
"Después de
lograr el objetivo previsto, nos retiramos de este lugar triunfantes",
dijo Fadhil al-Gezzi, un partidario de la milicia. "Hicimos que Estados
Unidos cayera de bruces en la tierra".
La violencia se
produce en un momento en el que Irán y sus aliados enfrentan meses de
multitudinarias protestas sin precedentes y luego de que las fuertes sanciones
decretadas por Estados Unidos sacudieron su economía y elevaron las tensiones
en toda la región.
Irán negó
cualquier implicación con los incidentes en el complejo diplomático.
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