Por Frances Robles. Nicaragua, un caso atípico en la
batalla contra el coronavirus, ha mantenido sus escuelas y tiendas abiertas y
el bullicio de sus calles. Pero hay una persona que no ha sido vista en público
desde que el mes pasado comenzó el brote en el país: el presidente.
Daniel Ortega,
líder del gobierno socialista de la nación, ha estado visiblemente ausente del
escrutinio público desde el 12 de marzo, cuando acudió a una reunión virtual.
Faltó al velorio de un amigo, a actos oficiales e incluso a mítines promovidos
por su gobierno.
Su ausencia ha
provocado un meme en redes sociales. “Sé como Ortega: quédate en casa”, dice,
una contradicción entre lo que el líder nicaragüense parece estar haciendo y lo
que sus funcionarios recomiendan a la población.
Se cree que
Ortega, de 74 años, sufre de enfermedades crónicas y se le conoce por pasar
largos periodos fuera de la vista del público sin mayor explicación. Pero el
momento y el hecho de que ni él ni ningún miembro de su familia acudió el fin
de semana al funeral de Jacinto Suárez, aliado de Ortega de sus días de
guerrillero, ha generado amplia especulación de que se encuentra en cuarentena.
Otros aventuran
que el presidente podría estar tramando algo más.
El gobierno
asegura que en el país solo hay tres casos confirmados de coronavirus más una
muerte. Pero ha sido ampliamente criticado por su enfoque arrogante hacia la
crisis de salud pública. Las escuelas del gobierno han permanecido abiertas,
aunque esta semana y la siguiente cerrarán por Semana Santa. También las
fronteras siguen abiertas.
En lugar de
cancelar los grandes eventos, el gobierno los ha organizado y promovido. El
sitio oficial de Nicaragua está lleno de referencias a ferias, marchas,
procesiones religiosas e incluso a un festival gastronómico que se llevó a cabo
el sábado.
Editorial de El
País: Ortega se ríe
“Lo de Nicaragua
no deja de ser insólito y es una nueva demostración de cómo pueden manejar a la
sociedad los tiranos a los que, del disfraz de presidente democrático, les
quedan solamente los harapos.
En contra de toda evidencia mundial, el sátrapa
Ortega no solo no se preocupa por detener la propagación del virus que ha
provocado miles de muertes alrededor del planeta, sino que incentiva ir a
festividades y a turistear por ahí. Cómo darles crédito a sus cifras de muertes
y contagiados”.
Este corto editorial
fue publicado este martes santo por el diario El País de Montevideo, Uruguay.
En tanto, el
diario El Clarín de Buenos Aires escribió en la sección internacional:
“La ausencia del
presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, desde hace casi un mes ha generado
especulaciones sobre su salud y un ambiente de incertidumbre en el país, donde
las autoridades no han tomado medidas de contención frente a la pandemia de
coronavirus.
“El mandatario de
74 años no se ha pronunciado en torno a la amenaza sanitaria de la COVID-19 y
no aparece en público desde el 12 de marzo, cuando participó en una conferencia
virtual con sus colegas de Centroamérica para abordar la epidemia.
“Mientras en todo
el mundo crecen los números confirmados de la COVID-19, en Nicaragua, un país
de 6,3 millones de habitantes, se han detectado solo seis casos y un fallecido.
El gobierno no ha informado de cuántas pruebas ha realizado.
“La desaparición
de Ortega ha desatado dudas en redes sociales y medios de comunicación sobre la
condición de salud del mandatario y su familia”.
“Las
especulaciones crecieron cuando el viernes no acudió a las honras fúnebres del
diputado Jacinto Suárez, un allegado suyo, como lo esperaban simpatizantes y
adversarios”.
De acuerdo con la
periodista costarricense Glenda Umaña, el presidente de Nicaragua, Daniel
Ortega, «podría haber estado en el Hospital CIMA, en Costa Rica, hace unas
semanas».
Según la
comunicadora, el mandatario se habría practicado una gastroscopía antes de
regresar a Managua.
Umaña indicó que
Ortega tiene más de 20 días de no tener apariciones públicas, no se sabe nada
de él y no asistió al homenaje del diputado fallecido y cercano amigo suyo,
Jacinto Juárez.
«Esta situación,
en medio de la pandemia por el coronavirus, ha provocado una gran especulación
y hasta titulares sin confirmar de que Ortega habría fallecido. En otras
ocasiones también se ha ausentado sin explicación alguna por varios días, para
luego aparecer», agregó.
«Según pudimos
averiguar con fuentes confidenciales del Hospital CIMA, Ortega habría llegado
hace unas 4 o 5 semanas para una gastroscopía y luego regresó a Nicaragua. Se
habría recluido por su padecimiento de Lupus para no exponerse al coronavirus.
Estos datos, aclaro, no han sido confirmados y son totalmente extraoficiales»,
dijo Umaña.
La versión no ha
sido desmentida ni confirmada por el gobierno de Daniel Ortega.
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