Por Onofre
Gutiérrez. Nicaragua está en guerra: Civismo contra esclavismo. El desiderátum está cerca. Daniel Ortega, Rosario Murillo y familia
están pasando su peor crisis y todo indica que van de rodada y es imposible
regresar al pasado. El pueblo quiere
solución sin ellos sin importar el costo.
Insiste en justicia para los centenares de asesinatos desde el 18 de Abril
del 2018.
Al igual que
Nicolás Maduro, se están quedando sin dólares y nadie acepta rublos ni
Yens. Maduro tuvo que vender toneladas
de oro para recaudar un billón y su “ofensiva” para “un arreglo”con Estados
Unidos se vino al suelo.
Propuso que Wall
Street se pague 40 billones – Cuarenta Billiones --que le debe a los banqueros
nortemericano—ofreciéndoles que exploten una refinería para hacerse un abono
con la venta del crudo pero le dijeron “nada de eso trajo el barco”.
En España, un
agente de Maduro, el multimillonario
Alejandro Betancourt, recibió
hace un mes al abogado del presidente Trump,
Rudolf Guiliani, en su castillo
cerca de Madrid para gestionar un “acercamientio” con la Casa Blanca pero
fracasó. Washington, según fuentes bien
informadas, tiene otros planes, en los cuales figura Guaidó.
Solo para que tengan una idea sobre la riqueza de
Betancourt, el castillo le costó 24 –veinticuatro-- millones de euros. Estemos claros: las sanciones contra la
tiranía de Venezuela, le impiden al régimen deMaduro conseguir dólares.
Lo mismo le está
pasando al dictador sandinista.
Intentará dar pasos para buscar otro diálogo como se lo
prouso su hermano.
Sin embargo,
Daniel Ortega y su mujer ya no convencen.
Con sus ataques a la Iglesia, la persecusión a ciudadanos indefensos y
el rechazo a las prouestas de la OEA, tienen a Ortega-Murillo cruzando el Niágara en un taburete. Se están acercando a la caída.
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