TITULARES

domingo, 12 de abril de 2020

Propuesta de medidas para mitigar el impacto en la economía del covid-19.


Nicaragua se ha venido sumergiendo en una crisis económica estructural que afecta principalmente a los sectores más vulnerables del país; misma que se ha profundizado a partir del contexto sociopolítico que ha provocado la brutal represión del régimen desde 2018 y que, ahora, se verá aún más comprometida por la inminente recesión económica global que provocará el COVID-19.

La sociedad nicaragüense no cuenta con los recursos económicos para enfrentar una crisis sanitaria de esta magnitud. La contracción económica global afectará al menos las remesas, el turismo y el consumo; las mismas medidas de distanciamiento social que ha tomado el pueblo nicaragüense tendrán un severo impacto en el consumo de bienes y servicios. 

Esto afectará de manera directa las recaudaciones fiscales y, por ende, la capacidad misma del Estado para enfrentar la crisis. Igualmente afectará la capacidad de las empresas grandes, medianas y pequeñas de sostener el empleo.

Este panorama afecta a todo el pueblo nicaragüense, pero principalmente a quiénes trabajan en la informalidad o no trabajan, pues son quienes más dependen de los servicios públicos para atender su salud y otras necesidades. Si el Estado de Nicaragua no asume con seriedad medidas que permitan a este sector adoptar medidas extremas de distanciamiento social para “aplanar la curva” de contagio del COVID-19, el endeble sistema de salud nicaragüense colapsará irremediablemente y el costo en vidas humanas será inimaginable.

Para mitigar la que puede ser la peor catástrofe humanitaria en nuestra historia, es necesario a la mayor brevedad posible fortalecer la capacidad del sistema público de salud y adoptar medidas radicales de distanciamiento social que contengan el contagio. Para ello, y desde el punto de vista económico es preciso trabajar en cuatro frentes: 1) Aliviar la carga de gastos y proteger los ingresos de la población durante la emergencia, 2) Proteger el empleo, 3) Redireccionar el gasto público, 4) Acceder a fondos internacionales de emergencia de manera condicionada.

1. Aliviar la carga de gastos y proteger los ingresos de la población durante la emergencia.

Reducir al costo, por tres meses, la tasa de intermediación para las remesas familiares, tanto por parte de bancos como por parte de las empresas que se ocupan de este negocio.

Flexibilizar el pago de los créditos a bancos, microfinancieras y casas comerciales, tanto para tarjeta habientes, créditos personales, créditos hipotecarios y créditos a empresas. Bancos con su casa matriz en Nicaragua están otorgando facilidades en sus filiales en otros países centroamericanos. La Superintendencia de Bancos debe dictar las normativas apropiadas a estos propósitos.

Reducir las tarifas de comunicación tanto para empresas como para usuarios. No es posible que en Nicaragua se pague una de las tarifas más elevadas de América Latina.

Reducción de las tarifas eléctricas y los precios del combustible en proporción a la disminución de precios internacionales del petróleo.

Restablecer la cotización al Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) al 6.25% del salario.

Eliminar el IVA a los productos de la canasta básica.

Una moratoria, por tres meses, en el pago del servicio de agua potable y energía eléctrica para los consumidores desempleados, o que tengan ingresos menores al valor de la canasta básica. Esta moratoria se aplicaría también a microempresarios y pequeños empresarios que se encuentren en esta condición.

2. Proteger el empleo.

Es imperativo asegurar la sobrevivencia de las empresas y su capacidad para mantener el empleo. En primer lugar, hay que desahogar sus costos. Para lo cual, están a mano las siguientes medidas:

Suspender la retención destinada al Instituto Nacional Tecnológico (Inatec). Esto representa el 2% de la nómina de las empresas.

Restablecer las condiciones fiscales previas a la reforma de febrero del año pasado. Esta medida dotaría de liquidez a las empresas.

Restablecer la cuota del INSS a los empleadores al 19% de la nómina. Esto representa una disminución del 3.5% de la nómina laboral.

Acordar la flexibilización de las condiciones laborales: adelanto de vacaciones y reducción de la jornada, trabajo en casa, por ejemplo, a fin de preservar en lo posible la estabilidad y prestaciones laborales de trabajadores y empleados.

3. Re direccionar el gasto público.

Es imprescindible aprobar una reforma del Presupuesto General de la República a fin de reasignar recursos. Es posible reducir con fines de reasignación una parte significativa de los 64 mil millones de córdobas presupuestados en gasto corriente, principalmente de instituciones cuyo funcionamiento no es indispensable para atender la emergencia. Asimismo, deberían revisarse, postergarse o reprogramarse parte de los 17 millones de córdobas destinados a gastos de capital.

Solo a título de ejemplo, podrían revisarse y ajustarse las partidas asignadas a las siguientes instituciones: están presupuestados C$ 350 millones al Consejo Nacional del Deporte; C$ 682 millones a la Asamblea Nacional; C$ 102 millones al Instituto de Información para el Desarrollo; C$ 2,775 millones al Poder Judicial; C$ 8 millones a la Autoridad del Gran Canal; C$ 557 millones a Dirección General de Servicios Aduaneros; C$ 235 millones de la Contraloría General de la República; C$ 13 millones de la Cinemateca Nacional;  C$ 16 millones a Procompetencia.

4. Acceso a fondos de emergencia internacionales.

Los organismos financieros internacionales han dispuesto importantes fondos para hacer frente a esta desmedida emergencia. El Fondo Monetario Internacional ha anunciado que esperan prestar un millón de millones de dólares, para el mundo. El Banco Mundial ha anunciado 14,000 millones de dólares para atender esta crisis. El BID anunció que tenía 2,000 millones de dólares.

Nicaragua necesita acceder a estos fondos, pero debe hacerlo de una manera condicionada. Algunas de estas condiciones podrían ser las siguientes:  

Una absoluta y total transparencia frente a la sociedad, en el uso de los recursos.
La presentación de un plan detallado, que deberá ser publicado, de la manera en que se proyecta utilizarlos.

Un detalle de las medidas de mitigación a implementar, incluyendo medidas de distanciamiento social necesarias y la realización de muestreos aleatorios representativos que puedan orientar ulteriores medidas.

Las prioridades para reasignar los recursos tanto internos como externos serían las siguientes: 

Incrementar los fondos para adquisición del equipamiento hospitalario requerido para hacer frente al escenario con medidas de mitigación, incluyendo la adquisición de un número suficiente respiradores y equipamiento de un numero requerido de UCIs, mascarillas y equipamiento de protección del personal sanitario.

Crear un programa de apoyo económico al sector informal y a las personas que dejarían de recibir ingresos mínimos suficientes.

Ampliar la canasta alimentaria de la merienda escolar y su cobertura al núcleo familiar, a fin de favorecer la seguridad alimentaria de una manera ordenada, conforme los registros y mecanismos de distribución ya existentes. Esta medida supone enviar a su casa a estudiantes y docentes mientras dure la emergencia.

Compensar al INSS la disminución de ingresos, a fin de asegurar la entrega puntual de las pensiones.

Establecer un fondo de emergencia para aliviar el impacto económico y social de la crisis.

Acerca de " "

LA NICA LA RADIO DE NICARAGUA ES PARTE DEL SERVICIO NICARAGUENSE DE NOTICIAS (SNN)

Publicar un comentario

Comentarios en Facebook

 
Copyright © 2011-2018 (SNN)
Design by SNN | Distributed by Servicio Nicaragüense de Noticias .