Por Danny
Pérez García.Especial para SNN / Acusaciones
al ejército de Nicaragua de participar en la represión del régimen
Ortega-Murillo, de la violación de derechos humanos, de asesinatos a
campesinos, incluyendo niños, en operativos militares, son señalamientos
extremadamente serios, que indiscutiblemente “ponen en cuestión” todo lo que es
el sistema político nicaragüense, advierte, Bosco Matamoros, analista político,
ex embajador de Nicaragua, catedrático e integrante del equipo negociador, de
la ex resistencia nicaragüense.
“En esto hay
dos aspectos –agrega- a tomar en consideración, el primero es que todo ejército
en el mundo tiene un código de conducta, las normas que rigen, digamos, de lo
que es el actuar del cuerpo armado y en muchos países existe el “fuero militar”.
“No
obstante, -detalla- aquí se trata de “delitos comunes” de los cuales hay
señalamientos, y creo que aquí hay una equivocación fundamental de principio en
la respuesta a estos señalamientos que hace el coronel Álvaro Rivas Castillo,
vocero del ejército, en donde pide pruebas de estas acusaciones, porque el
ejército no es un órgano jurisdiccional, no es un tribunal, ante el cual se
deben presentar pruebas, evidencias, esto se debe hacer ante un tribunal”
puntualiza.
Matamoros,
reseña que, el segundo aspecto a considerar es ver el contexto más general
existente en el país, en donde bajo las actuales condiciones existentes, hay un
amplísimo cuestionamiento del sistema judicial nicaragüense.
“No hay
confianza en el sistema judicial, luego que hemos visto “sentencias arbitrarias”
que no se apegan a derecho, por lo tanto, no llenan ninguno de los requisitos
de lo que podría llamarse un juicio, en donde los derechos de las partes están
siendo respetados, y en situaciones de este tipo de conflictos a lo que se
llama para acallar y aclarar cualquier duda, es una “investigación
internacional independiente”.
“En una
investigación internacional independiente -insiste- ahí se va arrojar a luz si
hay o no “responsabilidades” ahí se va a determinar si hay “culpabilidad” y ahí
se va a determinar los daños que emergieron y la responsabilidad no solo en el
campo penal, sino que también en el campo pecuniario”.
“Creo que en
estos momentos pretender –reitera- que va a haber un juicio en donde se
respeten las normas y los procedimientos de acuerdo a los estándares
internacionales, creo que sería tratar de creer en algo que “no existe” e
indiscutiblemente –añade- esto es un tema que afecta al ejército, porque es una
institución, el cuerpo armado de la nación, que no puede verse involucrado en
este tipo de situaciones” advierte.
El analista
político, Bosco Matamoros, da por hecho que, todos sabemos que los ejércitos
tradicionalmente en América Latina y en el mundo su “función primordial” es la
tutela de la “integridad territorial” para luego explicar que lo que son
llamadas luchas antiterrorismo, contra el narcotráfico, esas son llevadas a
cabo por unidades especializadas, y otras unidades especiales del ejército,
según sea el caso que estén tratando.
“Por tanto
–avizora- todo esto tiene que ser revisado cuando en Nicaragua se dé un proceso
de “transición democrática”.
Nicaragua corre el riesgo de ser
excluida del sistema internacional de salud.
Matamoros,
ahora, se refiere al tema de la politización que estaría dando el régimen, a la
situación de la pandemia del Covid-19 en el país, en donde se oculta
información, y los casos de fallecidos por contagio del virus se están
atribuyendo a casos de neumonía atípica.
“De los
diagnósticos que dan de los fallecidos dicen “neumonía atípica” pero ya se
conoce en Nicaragua que, la mayoría desde el punto de vista científico, de la
mayoría de estos casos de fallecimientos, son a consecuencia del Covid-19,
puntualiza.
“Ahora
–agrega- este señalamiento de ocultamiento de información, no es algo que solo
preocupa a la opinión pública nicaragüense, porque ya también lo ha señalado la
Organización Mundial de la Salud –OMS- la Organización Panamericana de la Salud
–OPS- con lo que aquí no se puede decir que hay una “intencionalidad política”.
“Aquí no se
trata de una emergencia sanitaria, esto es una “pandemia sanitaria” –aclara-
para luego agregar que esto en primer lugar se inicia con la “estrategia
totalmente equivocada” del gobierno, en donde aquí no ha existido una
estrategia, sino que más bien lo que ha habido es un “proceso de ocultamiento”
que cada día se ha vuelto más tosco, más torpe”.
Matamoros,
atribuye a que, debido a este proceso de ocultamiento tosco y torpe, el vocero
del Ministerio de Salud –Carlos Sáenz- cada día ha entrado en mayor grado de
ridículo, al grado que ahora pareciera que lo tienen bajo ocultamiento a este
señor, con lo que se ha constituido en un caso inusitado en el mundo, luego que
este individuo debería de estar informando al país cotidianamente, ahora se
encuentra oculto desde hace ya casi una semana.
“Un segundo
aspecto, al que quiero referirme sobre este tema, algo que es clarísimo –añade-
y es de que, cuando el presidente Ortega, pronunció su discurso, después de más
de 30 días que no se le veía, el país esperaba que iba a ver una articulación
de una política ante esta pandemia sanitaria. “No hubo nada de eso” lamenta.
Matamoros,
repasa las medidas que se han tomado en el mundo, en el contexto de estrategia
del combate a esta pandemia, como son medidas de cierre de fronteras,
cuarentenas para aquellas personas que llegan de fuera del país, el aislamiento
social, las medidas preventivas.
“Nada de
esto ocurrió –reitera- parecía que Nicaragua, estaba sumergida en una especie
de “pesadilla surreal” esto, porque aquí se hablaba de eventos masivos que
casualmente son conductivos al contagio, por otro lado –añade- el gobierno no
hacia ningún llamado al aislamiento y distanciamiento social, en consecuencia,
aquí ha habido una explosión”.
“Aquellos
países en donde se dice que puede hacerse la “inmunización del rebaño” esa
teoría se soporta o tiene un sistema de salud avanzadísimo, en países como
Suecia, Portugal, Nueva Zelanda y otros países europeos” pormenoriza.
Matamoros,
advierte que aquí en Nicaragua no hay un sistema de salud eficiente, a pesar de
lo que dicen los propagandistas del régimen a los que califica de ser “delirantes”
los que olvidan que en Nicaragua, hay un ventilador por cada 60 mil habitantes,
menos de una cama por cada mil habitantes, y solo nos superaba en el
empeoramiento de esa situación Honduras y Guatemala, y ahora ellos se han
preocupado por importar ventiladores y como el de mejorar la relación de camas
por eventuales pacientes.
“Por tanto
–detalla- podemos decir que en el sentido integral, aquí ha habido un fracaso,
esto quiere decir que aquí, no ha habido gente en el gobierno con visión, o que
sepan administrar esta situación, y es por ello que se puede decir en ese
sentido que ha sido aplazado, y esto no lo decimos solamente en Nicaragua, a
este gobierno se les ha hecho llamados de atención por parte de la OMS”.
Pese al
ocultamiento de cifras de contagios y fallecidos a consecuencia del COVID-19 el
régimen ha recibido fondos provenientes de organizaciones internacionales de la
salud para el enfrentamiento de la pandemia, esto para Bosco Matamoros, no
quiere decir que haya confianza en las políticas del gobierno, no obstante,
existen circunstancias de índole y responsabilidad humanitarias que las
organizaciones internacionales de la salud no pueden o deban desconocer.
“Se ha visto
–agrega- a corto plazo que se le ha otorgado al gobierno de Nicaragua, esa
facilidad, pero, si se ve en un contexto más amplio, es algo muy limitado, en
donde, por ejemplo, El Salvador, recibió más de 30 millones de dólares, lo
mismo Honduras, con más de 22 millones de dólares, ya está digamos en el
carril, unos desembolsos sustantivos para Guatemala, lo que a corto plazo son
fondos de medidas paliativas”
“Nicaragua
está corriendo el riesgo –subraya- de
“ser excluida” del sistema internacional a mediano plazo, esto porque, no hay
confianza en la información que provee, no hay ninguna confianza en las estadísticas
que ha dado hasta ahora el gobierno, y no hay además confianza en las políticas
que ha seguido este gobierno”
“Esto
–advierte- es grave para los nicaragüenses, porque en un país en donde hay una
epidemia endémica, los nacionales, los ciudadanos, que quieran viajar a
terceros países van a ser sujetos a cuarentenas, o de restricciones muy grandes,
a como ocurrió a los países africanos que fueron afectados por estas plagas, y
al mismo tiempo –añade- en el campo económico y comercial van darse restricciones
muy grandes a las exportaciones nicaragüenses, y de esto tenemos que estar
plenamente conscientes” insta.
“Yo diría
–asegura Matamoros- este modelo en donde prácticamente se exaltó el valor de la
muerte, tal y como lo hacían los fascistas en la segunda guerra mundial, al
igual que lo hacían los fascistas en la guerra civil en España, que decían: ¡viva
la muerte ¡
“En cierto
sentido, aquí hemos parafraseado ese modelo, porque se trató de crear un
espejismo que no tiene ninguna conexión con la realidad y por lo tanto Nicaragua,
en vez de ser un factor de cooperación, de solución, en esta problemática, se
ha convertido en una potencial amenaza a la estabilidad sanitaria de la región”
concluye advirtiendo, Bosco Matamoros, analista, ex embajador de Nicaragua, en esta síntesis de su participación en
Impacto 540, de Radio Corporación, con la dirección del periodista, licenciado
Gustavo Bermúdez Herrera.
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