Al menos 36 "presos políticos"
sufren los síntomas de COVID-19 en Nicaragua, de los cuales solamente uno ha
recibido atención médica y se encuentra en estado crítico, informó este jueves
un grupo de familiares, citados por la agencia EFE.
La denuncia se da
un día después de que el Gobierno de Nicaragua, en medio de una fuerte presión
por las condiciones en las cárceles frente a la pandemia, envió a sus casas a
2.815 reos, pero no incluyó a ningún "preso político" entre los beneficiados.
"Hay 35
presos políticos con síntomas de COVID-19, más Uriel (Pérez), que está
hospitalizado, ninguno fue excarcelado ayer, eso muestra el carácter criminal
del régimen Ortega Murillo", dijo en conferencia de prensa Rodrigo
Navarrete, tío del reo recapturado en julio pasado, Jaime Navarrete, quien
tiene lesiones irreversibles a causa de torturas en prisión, según denuncias.
Los "presos
políticos" muestran síntomas como tos persistente, fiebre, cansancio, y
dificultad para respirar, afirmó Karen Lacayo, hermana del convicto Edward
Lacayo, quien además de sufrir signos de COVID-19 tiene diabetes crónica, por
lo que su caso es de riesgo.
Mientras los
familiares brindaban la conferencia, el "preso político" Wilmer
Mendoza, quien también había sido capturado después de ser excarcelado en 2019,
sufrió un desvanecimiento súbito en una audiencia de juicio en su contra, en el
Complejo Judicial de Managua.
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