
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) muestra
10 meses consecutivos de reducción de la actividad económica en términos
interanuales, según datos del Banco Central de Nicaragua disponibles hasta
febrero de este año.
Entre abril de 2018 y febrero de 2019, la actividad económica
se redujo 5,2% en comparación con el mismo período del año anterior, de acuerdo
con las cifras del BCN que lleva más de 56 días sin actualizar las cifras de
este indicador.
De acuerdo con el último “Informe de coyuntura julio
2019” la situación del país no ha variado, por el contrario, se estima que al
final de este año haya una contracción de la actividad económica que se sitúe
entre 5,4% y 6,8% en dos escenarios distintos que se plantea este centro de
pensamiento.
Un primer escenario plantea que las expectativas de los
agentes económicos no cambian en los próximos 6 meses y que la aplicación
gradual de las sanciones se mantiene.
El segundo escenario señala que habría efectos más
negativos en el ámbito de la inversión privada y las exportaciones provocado
por la profundización de la “crisis de confianza” ante un aumento de las
sanciones internacionales.
“En el plano económico tenemos incertidumbre seguimos en
recesión, de continuar así nos podríamos aproximar a una depresión (económica)
cuando cumplamos el término de 2 años”, afirmó este centro de pensamiento.
La menor actividad económica en el segundo semestre
seguirá siendo afectada por la disminución en el consumo que podría caer 6,6%
en 2019, debido a una menor demanda en la actividad comercial y el crédito de
consumo.
Por otro lado, ante una profundización de la crisis de
confianza entre los agentes económicos, en el peor de los casos, se proyecta
una contracción de 8,4% por el lado de las exportaciones debido a una baja en
las ventas al exterior de mercancías, productos de zona franca y servicios.
“Las exportaciones se determinan en el primer semestre
del año, el grueso de las exportaciones ya se dio, en el segundo semestre son
aspectos menores si esperas un repunte de las mismas no lo vas a tener en el
segundo semestre”, según Funides.
Las importaciones también tendrán una contracción y se
estima una disminución de 14,9%, según Funides.
En el tema de las inversiones el primer escenario supone
una caída de 20,4%, pero en comparación con el segundo escenario las mismas
enfrentarían un resultado más negativo y llegaría a una contracción de hasta
26,3% ante el incremento de las sanciones internacionales y la falta de
confianza, según Funides.
La economía de Nicaragua depende fundamentalmente de
actividades, como el turismo —de la que no se tienen datos actualizados desde
el segundo trimestre de 2018—, la inversión extranjera y las exportaciones.
Solo las remesas seguirán manteniendo un comportamiento
positivo en 2019, porque no depende de los eventos que ocurren a lo interno del
país.
Entre enero y mayo las remesas familiares acumuladas
totalizaron US$662 millones, lo que representó un crecimiento de 8,7% en
comparación al mismo período de 2018.
Según Funides ocurre una depresión tras 2 años de
continuo decrecimiento económico del país y una contracción económica acumulada
de al menos un 10% en ese tiempo.
En el sexto reporte del Monitoreo de las Actividades
Económicas de Nicaragua (MAEN) presentado el mes pasado por Funides y el
Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) se advirtió sobre una baja en
las ventas de las principales actividades económicas del país, siendo el
turismo el más afectado.
A pesar de la crisis de confianza y la poca certidumbre
que persiste en el país los pronósticos de la actividad económica de Funides
tuvieron una variación con respecto a las proyecciones que hicieron en febrero
de este año cuando estimaban que la economía sufriría una contracción de entre
7,3% y 10,9%.
En octubre de 2018, este centro de pensamiento proyectaba
que la economía tendría un decrecimiento de entre 5,2% y 8,2%.
La disminución de las manifestaciones cívicas en
comparación al ritmo que se tenía el año pasado, la disminución en el retiro de
los depósitos bancarios y la instalación de la mesa de negociación entre el
Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la
Democracia, son factores que incidieron en que las
expectativas de los agentes económicos sean menos desfavorables que lo esperado
a inicios de este año.
Por otro lado, este centro de pensamiento afirma que las
empresas y las personas en este contexto se han adaptado a una “nueva
realidad”.
Nicaragua registró una inflación de 3,7% entre enero y
junio de este año, según un informe publicado recientemente por BNC.
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