
"Al día de
hoy tenemos tres personas con COVID-19: uno delicado y atendido; y dos
delicados, pero estables", dijo el secretario general del Ministerio de
Salud, Carlos Sáenz, al leer el informe sobre la situación del coronavirus SARS-coV-2
ante medios oficiales.
Nicaragua acumula
14 casos confirmados, con 4 fallecidos, para una tasa de letalidad de 28,5 %,
la más alta de América, según las cifras oficiales.
Por otro lado, el
funcionario indicó que 3 de las 15 personas a quienes les daban
"seguimiento responsable y cuidadoso" pasaron a resguardo domiciliar
tras haber "cumplido el período reglamentario".
"Quedan, por
tanto, 12 personas, a las que se suman hoy 3 más, para un total de 15 personas
en cuido y monitoreo responsable y permanente", precisó.
El Gobierno que
preside el sandinista Daniel Ortega no ha precisado el número de pruebas que ha
realizado y se ha limitado a informar sobre el número de casos confirmados, las
muertes y que en todos los casos han sido importados, es decir no se han registrado
casos de transmisión local comunitaria.
Sin embargo, el Ministerio
de Salud reportó la quinta muerte por causa del Covid 19, la segunda en menos
de cuatro días. Según el parte
dominical se trata de un hombre de 65 años cuya crítica situación de salud se
tornó más compleja a causa de sus males crónicos.
El MINSA solo
reconoce 15 casos positivos, para una tasa de letalidad de 33,3 %, la más alta
de América, informó el Ministerio de Salud.
El paciente, con
padecimientos crónicos y enfermedades agudas asociadas, presentó esta mañana
una complicación también aguda, que, lamentablemente condujo a su
fallecimiento, explicó el secretario general del Ministerio, Carlos Sáenz, al
leer el informe ante medios oficiales.
"Nuestra
solidaridad y oraciones a sus familiares", señaló el funcionario, en
nombre del Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega. El funcionario no precisó si el fallecido era
uno de los tres casos que mantenían como activos, si ya había sido dado de alta
o si era un caso nuevo.
El Ejecutivo ha
sido criticado por diversos sectores por promover eventos masivos y
aglomeraciones a contracorriente de las recomendaciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS). El jueves
pasado, Ortega se declaró en contra de la campaña 'Quédate en casa' porque, a
su juicio, destruiría la economía nicaragüense que se ha contraído en los dos
últimos años y que es mayoritariamente informal.
El líder
sandinista también calificó de "medidas extremas" y "radicales"
el confinamiento y la suspensión de vuelos internacionales. Ortega dijo que su Gobierno mantendrá
"las actividades normales", guardando sí las recomendaciones de las
autoridades de Salud, como el distanciamiento social y el lavado de manos,
"sin caer en medidas extremas, radicales, que harían matar al país".
Las autoridades
comenzaron esta semana una jornada para desinfectar mercados populares,
parques, terminales de autobuses, transporte urbano colectivo y taxis, entre otros.
El Gobierno
decidió tomar medidas de prevención después de 41 días que se confirmara el
primer caso de coronavirus y luego de que aumentaron los informes no oficiales
sobre personas que sufren o han muerto por el padecimiento.
La decisión de
Ortega llegó luego de insistentes llamados del Comité Científico
Multidisciplinario y de la Asociación Médica Nicaragüense, que aglutinan a los
médicos más prestigiosos del país.
El manejo de la pandemia por parte de Ortega
ha causado preocupación en entidades como la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), en tanto la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina de la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) lo ven
como violaciones a los derechos humanos.
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